miércoles, 2 de junio de 2010

Detectives Písquicos


No creo en fantasmas, ovnis, ni demás fenómenos llamados paranormales. Sin embargo, me gusta mucho la ciencia ficción y el terror; pero particularmente me encantan los relatos de fantasmas, especialmente aquellos contados de primera o segunda mano. Naturalmente, yo en mi cabecita loca me pongo a buscar alguna explicación lógica para el fenómeno que acabo de escuchar. Claro, los mejores relatos son aquellos a los que no encuentro explicación alguna. Tranquilos, sería incapaz de burlarme de alguien que me brinde su confianza contándome alguna experiencia, pero mi sentido sardónico no se detendrá si algún charlatán en TV, con imágenes de fotos o video que cualquiera con una PC de medio pelo puede hacer, pretende convencerme de que los fantasmas/aliens/ufos/entes/duendes existen.
Y bueno, siempre me gustó mucho leer estos casos, particularmente en los libros que publica el Reader’s Digest. De niño devoré títulos como Los poderes desconocidos, Inverosímil y otros. Claro, después de mucho leer te das cuenta de que se repite mucho el siguiente machote: