domingo, 21 de junio de 2009

Porqué no voy a votar


La falta de una ideología pura o de líderes que representen ideales concretos ha llevado a la generación X a adoptar posturas o activismos superfluos e intrascendentes, como actuar en pro de los “derechos” de los animales, el ecologismo, el vegetarianismo o el “deporteismo”. Una de las posturas que está de moda es la del “Yo voy a anular mi voto”, promovida por el Partido Acción Nacional, el Revolucionario Institucional y otros dignos representantes del actual sistema electoral.
Yo cometí una felonía y me robé vilmente esta mini historieta del blog del buen Bef. Los siniestros motivos del porqué quieren estas finísimas personas que uno vote están perfectamente bien explicados, pero yo no comulgo con la conclusión de dicho cómic.




Yo simplemente NO voy a votar; sí, leyeron bien, no dije anular el voto. Dije no voy a votar. Tengo varios tipos de motivos para exponer esta posición (si alguien también la quiere considerar light, pues adelante):

1. No hay nadie que represente a nada en lo que yo crea o lo que yo podría apoyar. ¿De que se va a tratar? ¿De votar entonces por el que parezca menos ratero? Eso no es democracia.
2. El partido que antaño estaba más cercano a representar mi ideología se ha revelado como una cueva de bandidos y de chaqueteros que cambian de posición al mejor postor. Dice el comic de Rius que te fijes bien “quienes no son Chuchos”, ¿y si en la planilla de mi colonia resulta que todos son chuchos? Y aunque no lo fueran, ¿quién me puede asegurar que en el futuro no se van a vender como lo hizo el mismo Chucho y los supuestos dirigentes de dicho partido?
3. Naturalmente, los de siempre no son opción.
4. No voy a hacer cola en ninguna urna para dar la preciosa imagen de que no hay abstencionismo en el país.
5. La posición de moda, empero, es la de anular tu voto “pa’ que los políticos sepan que estás retebien encabronado”. Pues resulta que mi encabronamiento no es sólo contra los políticos, es también contra la institución encargada de promover y vigilar las elecciones que, desde las pasadas, cuando legitimó el triunfo de un candidato con números muy oscuros y poco confiables, es evidente que está corrompida hasta el tuétano. Como estoy encabronado contra los políticos, pero también contra esas instituciones, no les voy a hacer el caldo gordo formándome afuera de la urna ni “anulando” mi voto. Como de todas maneras van a repartirse el pastel entre el PRI, el PAN y migajas que le tocarán al PRD, por lo menos que tengan problemas para hacerlo con 5 votos en cada urna y tratando de explicarles a observadores internacionales los “triunfos” que hubo sin ninguna persona votando.
6. El motivo más radical: Actualmente detenta el poder ejecutivo una persona que no ganó la elección presidencial, él es quien está convocando a estas elecciones. Participar en estas elecciones es legitimar a ese espurio, así que… no.

Lo que los políticos realmente temen, no es al voto en blanco (si ellos mismos lo están promoviendo, ¿hay algo más surreal que esto?, ni a Saramago se le hubiera ocurrido). Lo que los tiene preocupados es el abstencionismo; el que no haya gente en las urnas es lo que los pondrá a parir chayotes.
Así que empero, como no hay políticos decentes, como no hay instituciones confiables, me veo obligado a tomar la dolorosa decisión (desde que tengo la mayoría de edad he votado) de no participar en su circo. Tal vez no sea la mejor opción, pero creo que con mi granito de abstencionismo ayudaré a poner en evidencia la farsa que son estas elecciones.
PD: La caricatura que abre, de El Fisgón, está tomada de La Jornada.

sábado, 6 de junio de 2009

Los 50 (y uno) de Mortadelo

El año pasado se celebró el 50 aniversario de Mortadelo y Filemón, una de las historietas más populares de España. Yo me los topé a la edad de siete años, cuando Editorial Bruguera, que entonces existía en nuestro país, decidió adaptarlo al lenguaje mexicano y publicó su comic Mortadelo. Para quienes no lo conocen diremos que el cómic es de corte humorístico, Mortadelo y Filemón son dos agentes secretos al servicio de la T.I.A. (Técnicos en Investigación Aeroterráquea) que logran cumplir las misiones que les asignan a duras penas y con resultados bastante desastrosos.
Dicha historieta me cambió la vida, yo ya había leído a Superman (en Editorial Novaro, notarán que hablo del año del caldo) y otros comics que no eran de superhéroes, pero Mortadelo me atrajo fuertemente. Me encantaba su sentido del humor, su irreverencia y su tendencia a romper los convencionalismos que hasta ese momento me eran familiares en otros comics. El estilo de dibujo me influenció a tal manera que me llevó a creer que yo podría hacer algo así algún día y vivir de ello. Hasta la fecha sigo dibujando las manos y las suelas de los zapatos igual que lo hiciera su creador, Francisco Ibáñez.

Mortadelo y Filemón, Agencia de información se publicó por primera vez en 1958, en el número 1394 de la revista Pulgarcito. En aquel entonces los personajes eran una parodia de Sherlock Holmes y eran detectives independientes, siendo Filemón siempre el jefe de Mortadelo, quien, desde su primera aparición, es experto en disfraces. Ibáñez, señala haber sido siempre fanático de los cómicos del cine, como Abbot y Costello. En aquel entonces las historias, que constaban de una página, se planteaba con un asunto a resolver por los detectives, después surgía alguna confusión o complicación y los personajes terminaban, si bien les iba, buscados por la policía. Tanto Ibáñez, como otros autores de historieta de la época, tuvieron que sortear muchos intentos de censura por parte del franquismo.



En 1969 ocurrieron varios hechos importantes: Mortadelo y su jefe se volvieron agentes secretos al servicio de la T.I.A., con lo que llegaron nuevos personajes como el superintendente Vicente (el súper), jefe de ambos; y el profesor Bacterio, una especie de Q, pero siempre con inventos que resultaban en perjuicio de su usuario. Además se publicó su primera aventura larga, El sulfato atómico, en la colección Ases del humor de Editorial Bruguera.
La historieta dio así un cambio importantísimo, le permitió a Ibáñez presentar una serie de gags visuales y lingüísticos a lo largo de una sola aventura. Ya para los años 70, con varias aventuras publicadas, Mortadelo se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos para su editorial, y además se convirtió en el equivalente de lo que en Francia era Astérix.
La verdadera internacionalización se dio cuando los despistados agentes viajaron a Argentina en Mundial 78; a partir de ahí se convirtió en tradición que ambos personajes estuvieran presentes en cada Mundial y Olimpiada para impedir algún complot mundial (y de paso, echar a perder cada evento deportivo).
Con el paso del tiempo, y ya sin las restricciones del franquismo, la historieta fue madurando, además del natural desarrollo del estilo de dibujo de Ibáñez (con ayuda de numerosos colaboradores, por supuesto), se añadían comentarios y gags de índole político, así como burla y caricaturas de los políticos de actualidad. Así, de enfrentarse al ficticio dictador Bruteztrausen de la República de Tiranía y a organizaciones enemigas como la S.O.B.R.I.N.A. o la A.B.U.E.L.A.; pasaron a mostrar a Jordi Pujol, Maragall, Serra y Felipe González pelearse por el sillón principal en las Olimpiadas de Barcelona.
Aunque es muy difícil que lleguen a México (de repente se pueden encontrar en alguna librería o local cerrado), la mata sigue dando y siguen publicándose aventuras de los dos infames agentes secretos.

Por supuesto, España también siguió el boom del comic al cine, y la popularidad de Mortadelo ha dado dos películas con acción real: La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003), la cual ha sido una de las más caras películas españolas por sus efectos especiales y una secuela, Misión: Salvar la Tierra, que se estrenó en España justamente el año del 50 aniversario de este par. Ojalá alguna distribuidora, por lo menos de video, se anime a traer dichos filmes algún día.
Si se quieren dar un quemón, chequen este documento de hace 25 años que me hizo llegar el maestro Mauricio Matamoros.
Vaya este texto como una celebración tardía del 50 aniversario de este par.



La revista donde chambeo publicó una versión muy corta de este artículo, lo tuve que cortar por cuestiones de espacio; pero hubo cosas que necesitaban ser dichas y decidí tomar la versión que salió primero y arreglarla un poco para este post. Justo cuando estaba pensando eso, además, llegó el mail del Mauricio con esa retrospectiva de los personajes (un abrazo). Así que una vez lanzado el texto a la luz, presento aquí la versión del director.