miércoles, 2 de junio de 2010

Detectives Písquicos


No creo en fantasmas, ovnis, ni demás fenómenos llamados paranormales. Sin embargo, me gusta mucho la ciencia ficción y el terror; pero particularmente me encantan los relatos de fantasmas, especialmente aquellos contados de primera o segunda mano. Naturalmente, yo en mi cabecita loca me pongo a buscar alguna explicación lógica para el fenómeno que acabo de escuchar. Claro, los mejores relatos son aquellos a los que no encuentro explicación alguna. Tranquilos, sería incapaz de burlarme de alguien que me brinde su confianza contándome alguna experiencia, pero mi sentido sardónico no se detendrá si algún charlatán en TV, con imágenes de fotos o video que cualquiera con una PC de medio pelo puede hacer, pretende convencerme de que los fantasmas/aliens/ufos/entes/duendes existen.
Y bueno, siempre me gustó mucho leer estos casos, particularmente en los libros que publica el Reader’s Digest. De niño devoré títulos como Los poderes desconocidos, Inverosímil y otros. Claro, después de mucho leer te das cuenta de que se repite mucho el siguiente machote:

miércoles, 28 de abril de 2010

Música para pensar


No, no es de esto de lo que pensaba escribir, pero sucede que estas últimas semanas me he estado reencontrando con la parte de mí que ama la música. Como ya se me pasó la edad de ir a cuanto concierto hay (y tomando en cuenta que un boleto te sale en lo mismo que te cobraría el artista por ir a tu casa a cantarte Las mañanitas), actualmente disfruto de sentarme a escuchar distintas canciones.
Es curioso, porque cuando alguien me pregunta qué música me gusta, nunca sé qué contestar. Y es que estoy en búsqueda constante de algo que me guste, y, juro que no es pose, de preferencia algo que no sea del mainstream. Así es desde que era niño, claro que en aquel entonces no lo racionalizaba así, sólo tenía claro que me cagaba Timbiriche y no me explicaba porqué enloquecía a las niñas/adolescentes y, peor aún, a los niños/adolescentes. No sabía que el trabajo de los compositores mediocres consistía en encontrar dos o tres frases combinadas con dos o tres acordes pegajositos.
La búsqueda musical inició en mi infancia con las canciones de los cuentos de Walt Disney, tuve mi etapa oscura de las canciones de El chavo y el Chapulín Colorado, luego pasé por estaciones de radio como La pantera y Radio Éxitos. Después Stereo Amistad y luego tuve una especie de vacío que llené con los scores (aunque en aquel entonces sólo se llamaban soundtracks) de las películas; los cuales me siguen gustando mucho.

viernes, 16 de abril de 2010

Así que esta es mi vida (más o menos)


No cabe duda que la vida es como la rueda de la fortuna. Yo nunca tuve como plan de vida trabajar en una revista de cine, cubrir películas que se estrenan, visitas al set, etc. etc., a pesar de que el cine me ha gustado toda mi vida; y eso que soy el típico geek que acumula datos, fechas y cifras que son inútiles para quien no escriba de cine diario. En realidad, mi idea era ser caricaturista, o dibujante de cómics y últimamente argumentista de los mismos, ¡y vivir de eso! No se rían.
De hecho, estudié la carrera de periodismo porque creí que eso me ayudaría a abrirme las puertas al mundo de los poderosos cartonistas políticos (como diría Falcón en un cartón de La Croqueta). No me fui difícil estudiar la carrera porque, al contrario de muchos imberbes de antes y ahora, me gusta estar informado, me gusta leer y creo que se me da fácil la escritura.
Lo que sí me costó trabajo fue tratar de sobrevivir de la caricatura, fui caricaturista por diez años en distintos medios pero después de ese tiempo me di cuenta que no salía para la papa y de que ser una caca grande todavía estaba muy lejos de mi alcance (no culpo a todos menos yo, ni al destino, el mundo cruel o la mafia de la caricatura; reconozco mis limitaciones como dibujante). Así que decidí aprovechar la coucheada de mi mujer, que tenía ya bastante experiencia en conocido diario nacional, y que yo acababa de empezar a hacer ilustraciones en la revista de cine de la que hablo para ir empezando a escribir.

sábado, 9 de enero de 2010

Mis portadas Marvel

Prólogo: Múltiples actividades y actitud derrotista (pa’que más que la verdad) me han hecho tener abandonado su humilde bló, que hasta su primer aniversario cumplió ya y como el perro. En fin, eso me hace recurrir al viejo truco de rescatar textos del pasado, aunque sea nomás para sacudir las telarañas virtuales. Este fue publicado en la anterior etapa de Paiki, con motivo de los 70 años y las mejores portadas de la Marvel Comics. Así que, los que llegaron a leerlo pueden recetárselo otra vez y los que no, pues opinen ustedes. Va:
La Marvel Comics está tirando la casa por la ventana esta semana. Como saben, se celebran 70 años desde que apareció el primer comic de esta casa editorial (entonces Timely Comics). Por este motivo, la Marvel estuvo haciendo una encuesta online para saber, entre los lectores, cuáles eran las 70 mejores portadas en igual número de años.
El resultado final pueden verlo aquí. Creo que los votantes no tomaron en cuenta lo que realmente sinifica una portada y se dejaron llevar más por sus personajes favoritos o dibujantes favoritos o por historias o ediciones que fueron importante por cualquier otra razón (el primer traje alien del Araña, la muerte de Elektra, la muerte de Fénix,).
Una portada debe ser impactante por sí misma, su arte y diseño debe llamar la atención del lector únicamente por el mensaje que está enviando en ese momento; independientemente de si el interior del comic va a cambiar la historia del personaje o la continuidad Marvel para siempre. El dibujo y el texto (que puede no estar) deben ser lo suficientemente contundente para dejar una impresión en el lector, debe tener el atractivo necesario para que éste quiera conocer el interior del comic; y al mismo tiempo no convertirse en spoiler del interior. O tal vez no, después de todo, cuántas portadas hemos visto con la leyenda “esta escena no aparece en este comic”.
Basándome en este concepto (y aunque nadie me lo pidió) presento diez de las portadas Marvel que me llegaron a impactar en su momento. Aclaro de una vez que es una lista subjetiva y como fui muy impresionable cuando era un joven lector, la mayoría son de 1990 para atrás. Así que salen sin ningún orden particular:




Amazing Spider-Man #39
Había pensado en poner la portada de uno de los primeros números del ASM donde el Doctor Octopus está desenmascarando al Hombre Araña. Pero ésta le ganó por impacto: Peter Parker… ¡no! El Hombre Araña es remolcado por uno de sus más odiados enemigos. ¿Cómo es posible? No olvidemos que en esta época la identidad del héroe sí era un secreto. No como ahora, en que la única que no lo sabe es la idiota de la tía May.