miércoles, 28 de abril de 2010

Música para pensar


No, no es de esto de lo que pensaba escribir, pero sucede que estas últimas semanas me he estado reencontrando con la parte de mí que ama la música. Como ya se me pasó la edad de ir a cuanto concierto hay (y tomando en cuenta que un boleto te sale en lo mismo que te cobraría el artista por ir a tu casa a cantarte Las mañanitas), actualmente disfruto de sentarme a escuchar distintas canciones.
Es curioso, porque cuando alguien me pregunta qué música me gusta, nunca sé qué contestar. Y es que estoy en búsqueda constante de algo que me guste, y, juro que no es pose, de preferencia algo que no sea del mainstream. Así es desde que era niño, claro que en aquel entonces no lo racionalizaba así, sólo tenía claro que me cagaba Timbiriche y no me explicaba porqué enloquecía a las niñas/adolescentes y, peor aún, a los niños/adolescentes. No sabía que el trabajo de los compositores mediocres consistía en encontrar dos o tres frases combinadas con dos o tres acordes pegajositos.
La búsqueda musical inició en mi infancia con las canciones de los cuentos de Walt Disney, tuve mi etapa oscura de las canciones de El chavo y el Chapulín Colorado, luego pasé por estaciones de radio como La pantera y Radio Éxitos. Después Stereo Amistad y luego tuve una especie de vacío que llené con los scores (aunque en aquel entonces sólo se llamaban soundtracks) de las películas; los cuales me siguen gustando mucho.

Después descubrí el Rock en tu Idioma en alguna fiesta, lo que me llevó a escuchar estaciones como Espacio 59 y Rock 101. Y bueno, de ahí sus saltos lógicos que fueron Radioactivo y Reactor.
 Actualmente estoy pasando por una etapa jazzera-blusera, y no soy experto ni mucho menos en el género, pero sí he encontrado algunos exponentes que ya puedo poner dentro de mis favoritos.
Pero a lo largo de mi vida y de mi chamba me he encontrado con piezas o autores que te abren la mente, en serio, sin necesidad de drogas. Me explico, cuando era caricaturista y necesitaba encontrar una idea, había piezas musicales que, al estar escuchando mientras pretendía pensar, me ayudaban a concretar una idea. Lo mismo me pasa ahora que mi trabajo “creativo” consiste en escribir. Ya sea que esté en búsqueda de un tema, o de cómo abordar éste, la música siempre te ayuda a encontrar el camino. Creo que cualquiera en general, sin embargo, estas canciones y autores los aplico en caso de emergencia, cuando la idea nomás no se deja, y siempre me funcionan: 

- Peter Gabriel. Sobre todo, las canciones para la película La última tentación de Cristo, aunque también algunas de su disco So.

- Pink Floyd. Nada para hacer que las musas vengan a ti como The Wall, Dark Side of the Moon, sobre todo Money, y A Collection of Great Dance Songs. Escuchése únicamente en completa soledad, de lo contrario se corre el riesgo de que tu mujer aviente el disco por la ventana.
- The Doors. Casi todo lo de los jóvenes de las puertas, pero especialmente, Light my Fire y Riders on the storm.
- Bastantes piezas de jazz y blues que serían muy difícil de enunciar aquí.
- The Pink Panther Penthouse Party. De este disco muy peculiar me abren el coco especialmente las piezas Bossa Pre Due, de Nicola Conte; Intraspettro, de Les Hommes y San Antonio, de Kinky (por increíble que parezca). Deberé explorar más detenidamente a estos exponentes y su género musical, que según el iTunes es house.




3 comentarios:

  1. Muchas gracias, señor Profeta Perdido, pero no se haga del rogar y platique usted ¿de cuál usa?

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  2. ¿Dónde lo consigo? es una espina que tengo clavad desde hace tiempo y no lo he podido conseguir el de Pink Panther....saludos

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