miércoles, 2 de junio de 2010

Detectives Písquicos


No creo en fantasmas, ovnis, ni demás fenómenos llamados paranormales. Sin embargo, me gusta mucho la ciencia ficción y el terror; pero particularmente me encantan los relatos de fantasmas, especialmente aquellos contados de primera o segunda mano. Naturalmente, yo en mi cabecita loca me pongo a buscar alguna explicación lógica para el fenómeno que acabo de escuchar. Claro, los mejores relatos son aquellos a los que no encuentro explicación alguna. Tranquilos, sería incapaz de burlarme de alguien que me brinde su confianza contándome alguna experiencia, pero mi sentido sardónico no se detendrá si algún charlatán en TV, con imágenes de fotos o video que cualquiera con una PC de medio pelo puede hacer, pretende convencerme de que los fantasmas/aliens/ufos/entes/duendes existen.
Y bueno, siempre me gustó mucho leer estos casos, particularmente en los libros que publica el Reader’s Digest. De niño devoré títulos como Los poderes desconocidos, Inverosímil y otros. Claro, después de mucho leer te das cuenta de que se repite mucho el siguiente machote:

En mil ochocientos sesenta y tantos, en el pueblito de Iping, al norte de Inglaterra, una soleada tarde de mayo, John Smith Belvedere se dirigía a casa después de un duro día de trabajo. Para llegar a ésta, tenía que pasar por el Oscuro Bosque Donde Nunca Pasaba Nadie Ni Nada; justo delante de un tronco retorcido, se le apareció una mujer translúcida y blanca que señalaba insistentemente el suelo. La aparición se convirtió en rutina de todos los días, hasta que, movido por la curiosidad, Smith decidió excavar en el lugar y ahí encontró el esqueleto de la mujer de blanco/un tesoro que le pertenecía a dicha mujer.
Es decir, siempre se utilizan datos ambiguos e incomprobables y de fuentes muy dudosas, pero qué divertidos eran; un moquillo de ocho años como era yo terminaba realmente asustado. El problema es que acabo de leer un libro reciente del Reader’s Digest, Los detectives psíquicos de Jenny Randles y no me gustó nadita. Yo creí que sería como leer el Inverosímil, pero no.

El libro está pésimamente escrito, pretende demostrar que los poderes clarividentes existen y quién sabe porqué los departamentos de policía del mundo no utilizan ni le creen a cualquier hijo de vecino que toque a su puerta diciendo que es médium. Claro, nunca da razones para demostrar porqué esos poderes existen, o cuáles son sus bases, científicas o no, para decirlo. Siempre la autora se limita a decir “qué barbaridad, si hubieran escuchado a tal persona, no hubieran pasado tales asesinatos”. Se avienta a decir cosas como “A lo largo de la historia, la humanidad ha demostrado tener poderes psíquicos. Por ejemplo, la Biblia narra el caso de…” ¡Pretende que la Biblia sea un libro histórico nada más por sus barbas (creo que ni los más fanáticos creyentes se avientan a afirmar algo así)!
Y en esas diatribas, la autora va intercalando recuentos de casos en donde algunos asesinatos y desapariciones de personas fueron resueltos gracias a la participación no acreditada de algún médium.
Ah, también le dedica varias páginas al fenómeno Poltergeist y de la combustión espontánea. ¿Qué tienen qué ver con casos criminales resueltos con detectives psíquicos? Yo también me lo pregunto.

A lo mejor yo me estoy volviendo viejo, pero era más entretenido (y lograba asustar más) un libro como Inverosímil que sólo se limitaba a recopilar casos paranormales y no pretendía demostrar la existencia de ninguno. En Detectives… hasta ponen como héroe a Uri Geller, cuyos fraudes fueron revelados mucho tiempo ha.
En fin, no pretendo desanimar a nadie de la lectura de éste u otros libelos, pero por favor, por lo menos hay que exigir que haya coherencia en el texto.
La Brigada Escéptica ataca de nuevo.

2 comentarios:

  1. Orale, y yo que pensé que ya habíamos perdido este blog.
    Yo igual, me divierte mucho ver en la televisión a los charlates, pero leer sobre ellos, eso sí me da muchaüeva. Admiro su tesón, don.
    Saludos

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  2. Nada, nada, ahora sí que los rumores de la muerte del blog fueron exagerados. De repente damos nuestras patadas por aquí, pero estoy haciendo lo posible porque sea más seguido.
    Un abrazote

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